En su primer año a cargo de la Municipalidad de Lo Prado, Maximiliano Ríos Galleguillos –quien fuera por 14 años secretario general de la Corporación Municipal de esta misma comuna- nos cuenta su experiencia en el proceso de anticipación para el proceso de desmunicipalización que vivirán, una vez que el proyecto de ley sea aprobado por el Congreso.
 
 
¿Cómo ha sido el proceso para anticiparse a la desmunicipalización?

Este ha sido un proceso complejo, difícil porque es nuevo. No obstante, estamos convencidos de que esto es lo mejor para Chile. El hecho de ser los primeros en instalar un servicio local de educación es un desafío, significa que tenemos que hacer mejor las cosas porque esto es un ejemplo para los demás servicios que se van a constituir en el futuro. Estamos satisfechos porque este es el camino, que la educación pública tiene que directamente depender del Estado. Esta nueva institucionalidad le va a entregar más y mejores herramientas a nuestros niños que son nuestra razón de existir, lo que más nos importa.
 

El territorio corresponde a las comunas de Pudahuel, Lo Prado y Cerro Navia. ¿Cómo han trabajo entre ustedes?

Tenemos una buena experiencia. Avanzamos muchísimo con Pudahuel y tenemos que hacer lo propio con Cerro Navia. Es cuestión de tiempo, ellos (Cerro Navia) tienen que recuperar ese tiempo, trabajar con los equipos del Ministerio de Educación, trabajar con nosotros y poder lograr el equilibro que nosotros pensamos tenemos con Pudahuel, que hemos hecho muchas iniciativas en función de la hermandad, de asociar a las comunidades educativas. Hay que considerar que el proyecto de ley que se discute en el Congreso no detiene la entrega del servicio educativo para hacer el traspaso, sino que continua, por lo tanto, tenemos que tener precisión, entregar toda la información posible para que esto ocurra de buena forma. Tenemos que lograr que la nueva institucionalidad sea mucho mejor que la que nosotros hemos administrado durante tantos años, con mucho sacrificio y esfuerzo. Ese es el punto, tenemos que hacerlo bien por el bienestar de nuestros niños.
 

¿Cómo desarrollarán el trabajo territorial?

El nuevo Servicio Local de Educación Pública Las Barrancas tendrá que generar una nueva identidad, zona que recuerda a Victor Jara, Luchín, Violeta Parra, los campamentos, todo eso tiene una historia de sacrificio, lucha y convicciones. El desafío es ese, nosotros como alcaldes queremos participar activamente en la nueva institucionalidad que se creará y lo vamos a hacer con entusiasmo. No podemos dejar de lado la educación porque ahí están nuestras familias, las familias de Lo Prado, entonces nosotros queremos rescatar el sentido de identidad y pertenencia.

En los últimos 10 años trabajamos para desarrollar el proyecto educativo comunal que le dio coherencia a los proyectos por colegio y al PADEM, y que permitió una carta de navegación, un sentido para donde iba la educación y que tenía que ver cómo tenían que ser nuestros egresados, nuestros padres, los profesores, el perfil de la comunidad educativa y queremos que ese trabajo se mantenga.
 

Durante 14 años usted fue secretario general de la Corporación Municipal de Lo Prado. ¿Cómo ve el futuro de la educación pública?

Vivimos 30 años bajo una institucionalidad compleja e injusta, en donde la educación se convirtió en un bien de consumo. Nosotros queremos que vuelva a ser un derecho que hay que fortalecer. El futuro lo veo con optimismo. Con los cambios que ha hecho la Presidenta Michelle Bachelet en materia educacional a través de la Ley de Inclusión que pone fin al copago, al lucro, a la admisión, junto a otras iniciativas, se demuestra que esta reforma va a poder entregar una mejor calidad en la educación. Estos nuevos servicios locales tendrán un proyecto educativo local que dé cuenta de lo que pasa en el territorio, de su geografía y de sus necesidades.
 

¿Qué mensaje les daría a los demás alcaldes?

La mayoría de los alcaldes quiere la desmunicipalización. Puede haber matices, los alcaldes podemos tener distintas miradas de cómo vemos la educación pública, pero la mayoría queremos demunicipalizar. Son muy pocos los que no quieren hacerlo porque ellos tendrían más recursos, son municipalidades que no tienen problemas de dineros.
El mensaje es que hay que tomarlo con tranquilidad, pero que lo hagan con entusiasmo porque aquí la educación de los niños es la que está en juego, la identidad cultural del país, por lo tanto, la motivación debe ser máxima.