Estamos ad portas de la promulgación de la Ley que crea el Sistema de Educación Pública conformado por más de 5 mil establecimientos educacionales públicos, por los 70 Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) a lo largo del país, y por la Dirección de Educación Pública (DEP). En marzo de 2018 se instalarán los dos primeros servicios locales en el territorio de Barrancas, integrado por las comunas de Cerro Navia, Lo Prado y Pudahuel, y en Puerto Cordillera compuesto por Andacollo y Coquimbo.

Las respectivas comunas con sus municipios han venido desarrollando un importante trabajo de avanzada, incluidos diálogos con todos los actores de cada territorio para conversar sobre el traspaso a los futuros Servicios Locales. En este proceso, el aporte de coordinación realizado por la Asociación Chilena de Municipalidades ha sido fundamental.

Pero esta Ley, conocida a veces como “de desmunicipalización”, es mucho más que sólo un cambio en la administración de los jardines administrados vía transferencia de fondos (VTF), las escuelas y liceos. Por esta razón conversamos con Rodrigo Roco, —ahora coordinador del área de diseño educativo de la implementación del proyecto—, quien nos explica los positivos alcances de este cambio histórico para la Educación Pública.

  • Hagamos un poco de historia ¿cómo surge la idea recuperar la Educación Pública?

El tema de la educación pública se instala a partir del 2006 con el movimiento estudiantil llamado “El Pinguinazo”, antes de eso era una discusión que se conversaba muy a nivel de elite o grupos particulares. Las familias y la sociedad se involucran en la discusión porque sienten que la educación municipal, en general, no está siendo un vehículo para promover la movilidad social y permitir el ingreso a la Educación Superior que es el espacio que supone una mejora en los ingresos y mayores perspectivas de desarrollo personal. La percepción de una situación de abandono de los colegios, desde la perspectiva de las familias, es fundamental para entender el origen del proceso que hemos estado viviendo en la actualidad, con una fuerte caída de la matrícula pública, especialmente entre el 2002 y el 2012.

  • Y desde la mirada de la política educativa ¿cómo se explica este cambio del sistema educativo?

Un ejemplo gráfico que permite mostrar la importancia de este cambio es que cuando llegamos a un hospital o clínica por una aflicción de salud, no nos preguntamos quién dirige el centro de salud, sino que esperamos que realicen los procesos y protocolos para obtener la atención deseada. El problema es que, si no hay una estructura profesionalizada y una organización adecuada detrás de eso, lo que esperamos ocurra no sucederá en ese hospital o clínica, o sucederá mal.

Lo mismo ocurre en educación. Y cuando algunos dicen que “lo único que se debe mirar es el aula”, nos llevan a un falso dilema. ¿Acaso no es importante para la calidad de lo que ocurre en el aula, lo que haga o no haga quien debe contratar a los profesores, dirigirlos, ofrecerles oportunidades de perfeccionamiento y condiciones adecuadas de trabajo, etc.?

Entonces, lo que está en la base de este cambio es la construcción de capacidades sistémicas y profesionales que le brinden un soporte y apoyo permanente a la escuela para que pueda mejorar. Y a lo largo de Chile, la mayoría de los municipios no están en condiciones de hacer ese aporte. En cambio, con el nuevo sistema, los municipios si tendrán un rol para fiscalizar, a nombre de la comunidad, que la calidad del servicio educativo vaya mejorando. Todo eso, además de su participación a través de programas sociales y de convenios con los Servicios Locales de Educación Pública.

  • ¿Cuáles serán los cambios visibles para las comunidades escolares?

Lo primero que hay que señalar es que esta parte de la Reforma de la Presidenta Michelle Bachelet se articula con otras políticas impulsadas por el Mineduc. Por ejemplo, permite el acceso a la educación superior de los estudiantes a través del PACE (Programa de Acceso a la Educación Superior). Y con la Carrera Docente apoya a los y las profesoras con mayor tiempo para preparar clases y para trabajar con otros docentes y así ir mejorando los aprendizajes.

En segundo lugar, existirá una preocupación permanente por la infraestructura y la mantención de los establecimientos. Los directores o directoras tendrán además más recursos para resolver problemas cotidianos y serán apoyados en lo administrativo y las rendiciones. Es decir, tendrán más tiempo para dirigir los proyectos y planes de la escuela o liceo.

La ley mandata también que los cursos se vayan ajustando a un tamaño máximo de 35 estudiantes por sala, y que las horas de extensión de la jornada escolar completa se utilicen en actividades como talleres de robótica, de deporte, artes y otros aspectos.